Por Anamaría Aldazabal
“Saber más es ser más libre”, decía el poeta peruano César Vallejo en el siglo XX, cuando la educación era accesible para una minoría de peruanos, y negada a las mujeres y población de sectores pobres, indígenas y afro descendiente. Hoy la situación ha variado pero la frase sigue vigente.
La educación no siempre fue un derecho humano, ni universal. Muchas peruanas y peruanos hemos tenido en el derecho a la educación una llave para ejercer nuestros demás derechos fundamentales, y para potenciar nuestra capacidad de elegir el futuro que deseamos tener. Sin embargo, este derecho promovido por los Estados, las instituciones nacionales y las internacionales como uno de los derechos humanos más importantes, no siempre tuvo la aceptación y el respaldo mundial que hoy tiene. Solo después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), el derecho a la educación junto a los otros derechos humanos logró establecerse como el imperativo común para garantizar la dignidad del ser humano.
Patricia Ames, especialista del Instituto de Estudios Peruanos nos cuenta que en 1823 en el Perú ya se pensaba en la educación de todos los ciudadanos. Y que en 1828 cuando la tercera carta política de la República Peruana declaró que todos los “ciudadanos” podían accedieran a la instrucción pública, había en el Perú una gran discusión sobre quiénes eran o no “ciudadanos”. Había una aceptación teórica sobre la educación, sin embargo en la práctica no toda la población logró acceder a la educación”
Indio leído, indio perdido. Las primeras iniciativas estatales para propagar la educación consistían en exigir a las haciendas el brindar servicios de educación al campesinado y poblaciones indígenas que trabajaban en estas.
Las haciendas se negaron a instaurar escuelas para educar a esta población; los hacendados consideraban que la educación podía “malograr al indio”, ya que si aprendía sus derechos se revelaría contra la hacienda y su régimen. La frase “Indio leído, indio perdido” era utilizada por los hacendados para mostrar su desacuerdo con la educación del campesinado y la población indígena. Fue recién a principios del siglo XX que el Estado se hace cargo de la educación de forma definitiva. Ello incrementó el número de escuelas y la administración de estas por parte de este.
¿Actualmente, el Estado peruano garantiza el derecho a la educación?
El derecho a la educación cuenta con el respaldo del Estado peruano desde 1977, fecha en que suscribió la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en que comenzó a incorporar este derecho en sus constituciones políticas (1979 y 1993). Desde entonces ha ido normando las características de la organización del Estado para brindar servicios de educación a través de la Ley General de Educación, Ley Nº 28044, la Ley del Profesorado, Ley N° 24029, y su modificatoria Ley N° 25212, la Ley Universitaria N° 23733, entre otros documentos legales.
La Ley General de Educación, Ley Nº 28044 es la ley que rige las características de la educación peruana y contiene 6 puntos fundamentales que todo ciudadano y ciudadana debe conocer para ejercer su derecho a la educación:
1. Qué es el Derecho a la Educación. Según esta ley, la educación es “un derecho fundamental de la persona y de la sociedad”, así como un proceso que ayuda al “pleno desarrollo de las potencialidades del ser humano, la creación de la cultura, el desarrollo familiar y de la sociedad”. Su finalidad es potenciar el pleno desarrollo de la personalidad humana, el sentido de su dignidad, y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
2. La educación un derecho humano. Las leyes peruanas reconocen a la educación como un derecho humano que el Estado debe garantizar. En particular su integralidad y calidad (accesible, adecuada culturalmente, estimulante) de la educación en todos sus niveles de educación; es decir, en la educación básica (inicial, primaria y secundaria) y la superior (universidades e institutos).
3. La educación es un derecho universal. El Estado peruano garantiza la universalidad de la “educación básica”; que todos los peruanos y peruanas puedan acceder a esta a través de la educación pública. Ha dispuesto que la educación sea gratuita y que durante la educación inicial y primaria las y los educandos accedan a programas de alimentación, salud y materiales educativos para potenciar su desempeño.
4. Todas y todos somos responsables de garantizar el derecho a la educación. El Estado y la sociedad pueden participar de la educación. Las instituciones del Estado organizan y brindan el servicio, mientras que las y los ciudadanos participan de la planificación y vigilancia de la integralidad y calidad de esta. El Estado peruano respeta la libertad de los padres y tutores legales de: a) escoger para sus hijos o pupilos escuelas distintas a las escuelas públicas (siempre que satisfagan las normas mínimas que el Estado apruebe en materia de enseñanza), y b) elegir la educación religiosa o moral de sus hijos o pupilos que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
5. El acceso y la calidad de la educación debe ser equitativa para todas y todos. En aplicación al principio de “equidad” la norma señala que el Estado debe garantizar que todos y todas tengamos iguales oportunidades de acceso, de permanencia, de trato y de calidad. El sistema educativo debe ser inclusivo y adecuarse para dar atención a las personas con discapacidad, grupos sociales excluidos, marginados y vulnerables, especialmente en el ámbito rural, sin distinción de etnia, religión, sexo u otra.
6. La educación es integral, debe promover la cultura de paz. La educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las personas, nacionalidades y grupos diferentes.
A decir de Martín Vegas Torres, especialista en Políticas Educativas y miembro del Consejo Nacional de Educación, existen 3 medidas fundamentales para fortalecer el derecho a la educación y la ciudadanía en las aulas:
En Perú las ciudadanas y ciudadanos que poseen mayor grado de educación tienen mayor posibilidad de acceder a un empleo mejor remunerado, a un crédito, a una vivienda, a la justicia, entre otros derechos; a pesar de la desigualdad existente. Las causas y los hechos detrás de las décadas de violencia (1980-200), quizás la época más dura vivida en nuestro país, nos han llevado a reflexionar sobre el sentido de la educación un sin número de veces. No es suficiente el crecimiento económico de una nación para alcanzar el desarrollo y la paz, la educación puede llevarnos a prevenir la violencia si promovemos el cumplimiento de estos 6 fundamentales y las medidas señalados. Hay hermanas y hermanos, muchísimo por hacer.
Gobierno de Humala tiene postergada la discusión del proyecto de Ley presentado por el MINJUS a la PCM desde el mes de setiembre.
FECHA: LUNES 7:20 A.M. Lugar: Puente Aramburú (Vía expresa)
"Todos y todas las peruanas tenemos responsabilidad en nuestra salud, es decir, tenemos el deber a la salud."